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berantevilla

Villa de origen medieval que se asienta en la cuenca del Río Ayuda 

Los datos más antiguos de la ocupación de estas tierras de Berantevilla, se remontan a momentos históricos con asentamientos desde el neolítico, en la cuenca del río Rojo, hasta la época prerromana y romana presentes en el yacimiento de «Vetrusa».

La primera cita documental en la que aparece el toponimio de Berantevilla, se refiere a una donación a San Millán en 1080 realizada por D. Muño Álvarez de Ilárraza. El apellido de Berantevilla aparece en el año 1.110, en la persona de Goto Fortuniones de Berantibilla.

Recibe el título de Villa por privilegio de Fernando VI en 1.299. El pequeño monasterio de Verantivilla sirvió de punto de arranque para la fundación y posterior colocación de la villa, conocida en sus albores como Soportilla.

A comienzos del siglo pasado aún podían verse algunos testimonios de la villa que atestiguaban que estuvo amurallada. Actualmente, una de las construcciones que se encuentran en esta localidad, ubicada hacia el oeste, correspondería con el fuerte o la torre antigua. La fábrica de sillería, unida a la soberbia portada en arco de medio punto y al escudo que luce entre las dos ventanas del piso intermedio denuncian su primitiva función de torre centinela de ingreso intramuros a la villa. Otra característica que la identifica como torre es poseer una planta cuadrada. 

 Organiza su urbanismo adecuándose perfectamente a la vía de comunicaciones que se establecía entre la cuenca de Miranda de Ebro y Treviño, conectando de este a oeste esta zona y permitiendo el paso hasta las tierras de Bernedo y Campezo. AsimismoLa situación geográfica de Lacorzanilla fue aprovechada en pasadas épocas como “un nudo importante en las comunicaciones alavesas” con la Meseta y el Ebro ya en la época romana, y encrucijada de caminos alto medievales desde Treviño a la Ribera Alta y Baja y hacia tierras de Valdegobía.

La villa cuya altitud es de 479m., siendo su población de 318 habitantes,  presenta un plano urbano rectangular y aspecto muy regular, heredero de su origen medieval, en el que se ordenan las casas en torno a cinco calles principales. Todas ellas se configuran en la mayoría de las ocasiones en manzanas simples, por lo que las edificaciones se abren a ambas calles paralelas, ocupando solares alargados y estrechos. Su sistema constructivo consiste en muros de carga perimetral, entramado de madera, cubiertas a dos aguas, excepto en los casos de las viviendas aisladas en las que aparece el tejado a cuatro aguas.

Pese a las señas de identidad de las casas de Berantevilla, son otras las que brillan con más fuerza. En especial, las que tienen el aspecto señorial, con el escudo de armas de la familia propietaria. La mayoría se localiza en el conjunto arquitectónico de la calle Mayor.

 En esta calle Mayor también se ubica el templo parroquial, obra de diferentes movimientos (renacentista, barroca y neoclásica) de los que quedan vestigios en sus alzados.. El templo posee una planta rectangular y cabecera poligonal. La nave muestra al exterior dos diferenciados tramos en altura, con el más bajo a los pies. La singularidad externa del conjunto del edificio reside en la torre que emerge de la horizontalidad de los tejados del pueblo, convirtiéndose en fidedigno testigo de la existencia y localización de una población para todo viajero que transite por su entorno.

 Al este y al oeste de la villa se hallan dos cruceros (del siglo XVI) que guardan las características propias de las tradicionales marcas jurisdiccionales al rematarse el fuste mediante piedras troncocónicas que a su vez se coronan con sencillas cruces de hierro

Recientemente el Gobierno Vasco ha declarado a Berantevilla como Conjunto Monumental teniendo en cuenta el valor de las casas blasonadas así como el templo parroquial incluyéndolo en el Inventario General de Patrimonio Cultural Vasco.